Aumenta la preocupación entre vecinos por la creciente transmisión del dengue, tanto en países americanos como europeos. En esta nota te contamos qué tipos de cuidados debes tener en tu comunidad, aun si vives en un edificio.
Vivir en un edificio o comunidad cerrada, no excluye de riesgo, ya que el mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, puede reproducirse en pequeñas cantidades de agua acumulada.
Por otro lado, hay factores que indican que la proliferación del dengue seguirá su curso, incrementando cada vez más los brotes. Esto se debe a que algunos elementos, como el aumento de temperaturas en zonas consideradas frías, la carencia de saneamiento ambiental y el crecimiento desordenado de ciudades, favorecen la dispersión del mosquito.
Si bien el dengue se asocia comúnmente con áreas suburbanas y tropicales, su propagación a zonas urbanas ya es un hecho. Solo basta con un reservorio con agua, como cacharros o mezcladoras de obras, canaletas rotas o tapadas, baldes descubiertos o veredas rotas, entre otras, para fomentar los criaderos de mosquitos.
La colaboración entre vecinos y administradores de edificios es esencial para implementar medidas preventivas, como la eliminación de recipientes de agua estancada en áreas comunes, control de insecticidas y campañas de concientización.
Mantener espacios compartidos, limpios y libres de criaderos es fundamental para proteger a toda la comunidad.
La colaboración entre administradores y residentes puede marcar la diferencia en la prevención del dengue
Los administradores pueden coordinar inspecciones regulares y promover la participación activa de los residentes en la prevención. Informar sobre los síntomas y fomentar el cuidado individual también es clave. Con una comunidad comprometida, se pueden reducir significativamente los riesgos de propagación del dengue en entornos urbanos.
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